lunes, abril 30, 2007

BRINDIS

Brindo por ti, por tu arrogancia, por el sí, por la negación tan recurrente. Por estar siempre cuando no tenías que estar. Por encontrar el momento, sí, siempre el momento menos adecuado.

Brindo por ti, por los dos, por mis engaños, no los tuyos. Por haberme hecho cargar con el papel de víctima aún cuando siempre he sido yo la desleal. No?

Brindo por ti una y mil veces, por haberme dado la clave para salir corriendo. Por haberme dado argumentos para tirarte las cartas en la cara. Por las sonrisas traidoramente adorable. Por ignorarme, eso fue lo mejor y después buscarme y moverme el piso.

Brindo por ti, mejor dicho, por nosotros. ¿Qué fuiste para mi?

Un susurro en mi oído.

Un beso robado.

Un error.


Brindemos!

viernes, abril 27, 2007

TIERRA ADENTRO


Otra vez la misma sensación, la misma tristeza que tiene brazos y pies y me ata a la cama.

Ya no se que hacer conmigo si venderme en el tianguis, si tirarme por el puente, si mandarme al carajo.

Siempre esta pena, este dolor antiguo, viejo, que es el mismo dolor pero con otro vestido.

Y nunca encuentro fuerzas para decir que me voy, para luchar mi batalla, para decir lo que siento.

Nado en barcos de papel, siempre a la deriva donde nunca hay viento.

Tú corazón de chocolate, Yo paraiso desierto. Solo tú pudieras reinventarme o dejarme tierra adentro.

jueves, abril 26, 2007

VESTIDOS DE NUEVOS

Tan pronto nos dimos por perdidos nos volvimos normales antes de tiempo nadie nos reconocería disfrazados de cualquiera.

Nos conformamos demasiado pronto al mundo y sus miserias.

Sin embargo los dos sabemos que somos los de entonces vestidos de nuevos.

Y te escribo poemas de amor, historias de noche que acaban en ti.

Siempre te espera una margarita en la ventana, una pintada en el cielo, un verso y un beso nuevo.

Pero hay veces, noches de estrellas que el tren de mi tristeza solo se para a su puerta y dan ganas de gritar.

Pero continua el camino de la noche. Solo ella sabe los misterios, las procesiones oscuras las velas eternas que hay en tu mirada.

Yo se que un día seremos los de entonces. Ya sabes, un pacto más allá del amor y sus misterios.

miércoles, abril 25, 2007

LA PARED

No quiero que vuelvas a traspasar más esta pared. ¿De qué vas? A este lado sólo vivo yo. Yo y mi sombra. Tú no eres más que un invitado. Puedes entrar los días pares que haga sol. Los impares nunca y cuando llueva sólo puedes entrar si quieres darme un beso.

Si te da la gana darme un beso o un mordisco en la mejilla. Si llueve mucho. Sino quédate al otro lado y tírame una flor envuelta en celofán. Que caiga justo a mis pies, que yo no tenga que mover mi cuerpo, sólo inclinarlo.

Intenta no romper la pared. Podrías, pero intenta no hacerlo. A mí no me gustaría. Luego tendría que repararla y no sé hacerlo. Entonces podrías traspasarla cada día y me enfadaría. Sé que tú vendrías los días impares, los días sin sol y los de lluvia te quedarías en casa.

martes, abril 24, 2007

Y SI...

Decidiera no volver a poner mi voz en el universo de los sonidos del mundo? Me gusta pensarlo. (También me gustaría poder quedarme sorda a voluntad) Tendría que aprender el lenguaje de signos. Hablar sería en mí una danza de mis manos.

Quizá tendría problemas laborales, pero quizá podría conocer otro mundo, el mundo de los que no hablan y el de los que no oyen... ese mundo debe existir en algún lugar. Reclamaría mi derecho a trabajar así. Probablemente, buscaría un abogado sordomudo. Ya sé que dedicándome a lo que hago sería complicado.

Creo que mi escritura penetraría muchísimo en la palabra. En su sonido. Sería como un piano debajo del agua. El piano que permanece en silencio en el lugar del silencio. Creo que podría estar más protegida cuando la gente se acercara a mí y viera la danza de mis manos. Sólo permanecerían los perseverantes, los que tuvieran algo importante que comunicar a mi interior silencioso.

Me gusta pensar que sería capaz de hacerlo.

sábado, abril 21, 2007

VOLVER A LA MÚSICA


Me duele mi cabeza. Me pasa a menudo cuando me trago las lágrimas, las reprimo y entonces se van evaporando poco a poco hasta llegar al cerebro y crear charquitos de angustia.

Se me está encharcando la mente. Pero, de hecho, no es algo fácil de percibir. Cuando una gota se suma a otra gota de manera constante pero pausada es fácil que te pase inadvertido.

Un día te notas con el agua hasta el cuello y la verdad es que no sabes muy bien cómo ha podido llegar hasta ahí.

Desde esta tarde noto una punzada tras punzada en mi cabeza. Tus palabras se me evaporan de manera especial, no lo puedo remediar.

Supongo que es porque te quiero, porque te quiero mucho. Y aunque sé que tú también me quieres soy consciente que muy pronto tendremos que dejar nuestra habitación de hotel y encima pagaremos la cuenta. Pero yo me muerdo la lengua por dentro porque tú eres la única persona a la que realmente deseo ver, con la que realmente me apetece estar.

Y me duele la cabeza y necesito obscuridad y silencio. A veces las cosas pasan demasiado deprisa como los centrifugados de las lavadoras.

Dicen que una persona puede definirse por cómo supera los contratiempos; pues yo me siento que no soy del todo. Que me quedo a medias. Y tengo ganas de verte. No sé qué significa pero me apetece.

En cambio, hay gente a la que no me apetece nada ver, hay historias en las que no me apetece volver a entrar y sillas en las que no voy a volverme a sentar.

Siento que todo este ruido a nuestro alrededor no me deja espacio para ti. Lo único que deseo es huir de este ruido y volver a la música, a nuestra música, aquella que suele sonar cuando me miras. La música siempre viene para unirnos de nuevo. Mañana bailaremos juntos para drenar emociones, ya lo verás.

lunes, abril 16, 2007

PARTEME EL CORAZÓN

Párteme el corazón, si es que aún se puede más; piérdete dentro de el para que conozcas lo que partes; leerás capitulos desordenados, podrás entrar en habitaciones olvidadas y recorrer un sótano que yo ya no desempolvo.

Revisa un poco más y encontrarás fotos amarillas, rostros ya borrados por el tiempo, y tiempo que trae de nuevo los rostros a las sombras, y un baúl donde guardo todas las piedras que encuentro en el camino.

Párteme el corazón y sera esto lo que te encuentres; quédate a ver lo que estas partiendo; y sera entonces cuando tal vez encuentres un pequeño rinconcito; acogedor, donde quedarte a leer sin que nadie te moleste.

Entonces si tu corazón esta hecho con el mismo molde, no querra marcharse; y te preguntarás
¿porque me lo has partido?; encontrarás un libro en blanco con una sola línea en la que habré escrito no importa; si así, me has mirado.

miércoles, abril 11, 2007

ESTA MADRUGADA



Son las tres de la mañana y el aire frío en plena primavera sopla en mi ventana, he pasado la noche pensando, mirando el cielo, hablando conmigo, que no me percaté que el viento se llevó mis palabras, lejos...

¿Qué dirías si hoy te invitara a mis sueños? y tus labios de manzana sobre mi piel toda la noche -¿qué pensarías?-, tu saliva frutal levemente aromando el hambriento contorno de mi vientre.

Qué dulce, semillas y caricias para un mundo sin sol. Dime, ¿Si vendrías si también esta noche te convoco a mi sueños?

Con todos mis defectos y contradicciones simplemente cierro los ojos para darte en premio
lo que puedo dar, cuando me mostraste tu alma la mía te entregué por saber amar.

La magía de la noche me embriaga y dice sí, son las tres de la mañana,
esta madrugada me quedo contigo a velar tu sueño.

lunes, abril 02, 2007

ASALTO DE TRANQUILIDAD

Lo peor de un asalto no es la pérdida de algunos objetos materiales sino la pérdida de un trozo de ti que huye animado por el miedo.

De pronto hay algo de tu persona que se esconde en lo más profundo de tu alma y que se tapa los ojos y tiembla detrás de las paredes de tu razón.

Puedes pensar sobre lo que te ha pasado, puedes creer que no te afectó, puedes llegar a la conclusión que no fue nada grave, y tendrás razón, pero esa pequeña parte de ti seguirá escondida y con el corazón en un puño cada vez que vea una sombra demasiado cerca de sus espaldas.

Es ese pequeño rincón de inconsciencia que vivía tranquilo al sentirse ajeno a cualquier giro dramático del destino el que ha desaparecido.

El miedo es algo espantoso, una sensación atroz, como una descomposición del alma, un espasmo horroroso del pensamiento y del corazón, y solo recordar provoca estremecerce de angustia.

Y parece absurdo que sea yo misma la que le entregué al ladrón algo que no pedía. No pedía mi miedo; no pedía mi inseguridad; no pedía mi desconfianza; no pedía que mirará mi alrededor con otros ojos a partir de ese momento; sólo pedía bienes materiales y sin embargo fui yo la que le regalé mi trocito de tranquilidad sin que él se enterara.

Siguió sus pasos sereno dejando atrás mi ser tembloroso sin darse cuenta que se iba cargado con un peso de mi alma, ignorante por no conocer que ahora se convertía en un sujeto aún más pobre, un ente que se iba vaciando de sentido en cada paso que daba en su asalto a las almas ajenas.