Mirarte, con el temblor de ser tuya, más allá del cuerpo, más allá del pecho y el corazón, más allá del alma y la razón.
Justo de los confines de la propiedad ajena, de lo que no es mío, ni tuyo, sino de lo que se ha adherido a ti, a mi, de lo que forma parte de nosotros.
De tu piel, de mi piel, de un nosotros, de una planeación estratégica de vida, de ser un sólo ser contigo.
Ya no podemos concebir ninguna posible ausencia, ninguna distancia mas larga que la de tender la mano y que estés en mi lado derecho de la cama, respirando junto a mi pecho, junto a la piel que esta echa de terciopelo simplemente para arroparte, ya deseo que sea mayo. Porque ya no hay cuerda floja que se rompa mientras tu sientas el mismo temblor.
Justo de los confines de la propiedad ajena, de lo que no es mío, ni tuyo, sino de lo que se ha adherido a ti, a mi, de lo que forma parte de nosotros.
De tu piel, de mi piel, de un nosotros, de una planeación estratégica de vida, de ser un sólo ser contigo.
Ya no podemos concebir ninguna posible ausencia, ninguna distancia mas larga que la de tender la mano y que estés en mi lado derecho de la cama, respirando junto a mi pecho, junto a la piel que esta echa de terciopelo simplemente para arroparte, ya deseo que sea mayo. Porque ya no hay cuerda floja que se rompa mientras tu sientas el mismo temblor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario