No hace falta que me mires,
para ser la niña de tus ojos
No necesito tus palabras,
para sentir de tu ser toda la magía
Ni mojar mis mejillas con tu llanto,
para beber las gotas de tu alma
No trates de expresarme con caricias,
lo que de mi vida tu corazón reclama
Ni tu lo necesitas,
Ni yo lo necesito,
Para saber cuánto te amo,
Ni para saber cuánto me amas.
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