Como dos locos desahuciados subamos al cielo y flotemos como gaviotas, no quiero caer, sólo quiero subir hasta que no pueda más, palpar las estrellas para que alejemos de nosotros las condenas derrochandonos en el viento.
Desde el aire ver la tierra, aguantando las tormentas, unirnos y emerger del océano con sus misterios tan profundos y sólo sea nuestro secreto.
Abraza el timón y naveguemos a corta espuma, por las suaves aguas de los sentimientos, sin nudos en la imaginación y miremos al mar, flotando entre la espuma color añil transparente.
Que tú me necesites como ese velero al viento, que en tu proa siga tatuado mi nombre y el tuyo en mi piel, porque yo seguiré siendo tu gaviota.
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