Ajena a su mirada, solo mi espalda era testigo de los ojos que en ella se clavaban...
Sentí primero su olor y antes de que pudiera pensar en alto un dedo recorría los lunares de mi cuello....
Su aliento en un suspiro, breve, efímero, tenue se hizo perceptible justo debajo del lóbulo que él insaciablemente tantísimas veces había mordido...
Sentí el temblor de su mano sobre mi hombro e inevitablemente volví ha entonces.... a las sabanas de franela... a su boca temblorosa...a aquella primera vez en la que su boca casi por descuido mordía mi boca....en las que mis manos se enredaban ajetreadas en su pelo... volví ha las 4 de la madrugada...al minutero del reloj que sentenciaba el fin de lo que ni siquiera podía empezar....volví a lo prohibido y a la manzana mordida.
Al pan de ayer, a sus rodillas, a la cerveza... a mis muñecas sujetadas por sus manos... a su nariz en mi pecho y a los cinco dedos revoltosos que dibujaban el contorno de mis costillas...siempre por primera vez...y por última.
Me di la vuelta... y sonreí... ¿ como estas? Le pregunté....
Bien- respondio ...y me dio un beso en el limite de la mejilla y la boca...
.... y mis labios omitieron todo lo que había estado recordando en esos tres segundos en los que tarde en darme la vuelta...
Sentí primero su olor y antes de que pudiera pensar en alto un dedo recorría los lunares de mi cuello....
Su aliento en un suspiro, breve, efímero, tenue se hizo perceptible justo debajo del lóbulo que él insaciablemente tantísimas veces había mordido...
Sentí el temblor de su mano sobre mi hombro e inevitablemente volví ha entonces.... a las sabanas de franela... a su boca temblorosa...a aquella primera vez en la que su boca casi por descuido mordía mi boca....en las que mis manos se enredaban ajetreadas en su pelo... volví ha las 4 de la madrugada...al minutero del reloj que sentenciaba el fin de lo que ni siquiera podía empezar....volví a lo prohibido y a la manzana mordida.
Al pan de ayer, a sus rodillas, a la cerveza... a mis muñecas sujetadas por sus manos... a su nariz en mi pecho y a los cinco dedos revoltosos que dibujaban el contorno de mis costillas...siempre por primera vez...y por última.
Me di la vuelta... y sonreí... ¿ como estas? Le pregunté....
Bien- respondio ...y me dio un beso en el limite de la mejilla y la boca...
.... y mis labios omitieron todo lo que había estado recordando en esos tres segundos en los que tarde en darme la vuelta...
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