Siente los latidos que son el eco de tu pecho en mi pecho y cae sobre mi, sobre el sillón, sobre la luna llena que esta en tus ojos, sobre este amor que aun no se atreve abandonarnos, sobre esta emboscada de manos hambrientas de almas desnudas.
Deja que mi ombligo te de la espalda y deja que mi espalda le muestre el camino a tus manos, acaricia mis lunares como si quisieras borrarlos, admira mi cuello que viste su desnudez con las yemas de tus dedos y deja que enrede mi piel y mis tobillos, deja que se deslicen en tu cadera mis muslos.
Deja que el vaivén te nuble la vista y sujeta entre tu cuerpo el mío, que ahora es tuyo. Dále tu aliento a mi oído que es para tu boca y déja que te respire como si estuviera aprendiendo a respirar...
Deja que mi ombligo te de la espalda y deja que mi espalda le muestre el camino a tus manos, acaricia mis lunares como si quisieras borrarlos, admira mi cuello que viste su desnudez con las yemas de tus dedos y deja que enrede mi piel y mis tobillos, deja que se deslicen en tu cadera mis muslos.
Deja que el vaivén te nuble la vista y sujeta entre tu cuerpo el mío, que ahora es tuyo. Dále tu aliento a mi oído que es para tu boca y déja que te respire como si estuviera aprendiendo a respirar...
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