Un hombre que ama a una mujer sabe lo que quiere, y lo que no, si la noche viene o si el sol salió, si hace frío allá afuera o si dentro de él alberga calor.
Cuando un hombre ama es como hallarse continuamente intercalado, es un amar completo y puede alcanzarte la luna con un dedo al abrigo de su abrazo.
Cuando él la ama no hay en su universo ningunos ojos de quien desee siquiera un pestañeo, ella es como la luz de su camino, si de ella no es la atención no le importa descubrir nada en una mirada extraña por enigmática que sea.
Ama cómo un artesano cuando palpa su mejor cacharro, seca sus lágrimas con sus tiernas manos y le dá forma a ese amor, sí, así ama un hombre a una mujer, lo sé, así me lo cuentan tus manos.
miércoles, marzo 14, 2007
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2 comentarios:
Gritan mis manos lo que siento. Pero la hermosa respuesta, me la regala tu cuerpo.
Disculpa me envolvi. Muy lindo lo que escribes.
Y mi cuerpo se llena de vida, esa la que le dan tus manos...
Es imposible no dejarse envolver, un placer que te haya gustado.
Saludos
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