Deambulo descalza y desnuda de cualquier disfraz que vista mi alma. Durante un instante hemos inventado un mundo paralelo, dejamos de ser tu y de ser yo, para ser otros, dos rostros ahora sin nombre, tus dedos tocan mi vientre como si fueran las cuerdas de una guitarra.
Aqui no hay corazones rotos, ni almas perdidas, solo dos rostros que saltan entre algodones y nubes de azúcar, un manto de estrellas sostiene el suelo en el que me tumbas y me estremezco, mis besos son pétalos de chocolate en tu piel.
La razón desaparece, la tentación se apodera de dos hambrientos que se deslizan a mordiscos desde el cuello hasta rincones perdidos, devorando, saboreando con tranquilidad, como si mi cuerpo y tu boca fuera el único alimento. Dos bocas sedientas en un mundo de caramelo.
Aqui no hay corazones rotos, ni almas perdidas, solo dos rostros que saltan entre algodones y nubes de azúcar, un manto de estrellas sostiene el suelo en el que me tumbas y me estremezco, mis besos son pétalos de chocolate en tu piel.
La razón desaparece, la tentación se apodera de dos hambrientos que se deslizan a mordiscos desde el cuello hasta rincones perdidos, devorando, saboreando con tranquilidad, como si mi cuerpo y tu boca fuera el único alimento. Dos bocas sedientas en un mundo de caramelo.
2 comentarios:
el sabor de la sensualidad...
creo que necesitoalgo dulce:P
Un gran saludo Coral.
Buscar y encontrar un mundo así…de caramelo, donde el alma se vista con las caricias deseadas y los sabores sean la música que arropa el deseo de dos cuerpos.
La razón deja de serlo y el tacto descubre nuevos senderos hasta recorrer cada rincón, hasta encontrar cada sabor, cada aroma, cada instante de tu litoral…y así hasta que ese mundo sea, en uno, de dos.
Un beso muy fuerte.
Siempre es un placer leerte
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