sábado, octubre 27, 2007

SUERTE Y ALEGRÍA

Caminaba por la calle, intentando ordenar mentalmente las facturas, las nuevas metas, las iniciativas renovadas, cuando me tropece con un flautista de cuento.

Le seguían un par de perros pulgosos encantadores, tocaba la flauta y tenia unos trasquilones enredados en rastas, como si supiera lo que pensaba en ese momento solto su flauta, se detuvo, me miro y dijo, suerte y alegría.

Y yo sonreí como si de verdad hubiera sentido que me la habia mandado.

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