lunes, enero 12, 2009

DESPUÉS DEL TEMBLOR


Mirarte, con el temblor de ser tuya, más allá del cuerpo, más allá del pecho y el corazón, más allá del alma y la razón.

Justo de los confines de la propiedad ajena, de lo que no es mío, ni tuyo; sino de lo que se ha adherido a ti, a mí, de tu piel, de mi piel y es parte de un nosotros...

Ya no puedo concebir ninguna posible ausencia, ninguna distancia mas larga que la de extender mi mano y que estés en mi lado derecho de la cama respirando junto a mi pecho, acariciando mis mejillas, hablándome cuando estoy dormida, junto a mi piel que esta echa de terciopelo simplemente para arroparte.

Porque ya no hay cuerda floja que se quiebre mientras tu sientas el mismo temblor.

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