Cuantas noches habrás planeado el golpe para robarte mi corazón, entrar sigiloso por las ventanas de mis ojos esas que dejo siempre abiertas, colarte por mi sonrisa, por la ranura de la puerta cerrada de mi alma, entrar silencioso, o entrar quizas rompiendo cualquier muro infranqueable haciendo que salten todas las alarmas de mi cuerpo.
¿Cuantas noches habrás soñado con ese golpe? Y siempre que estás decidido, no encuentras los guantes.
¿Cuantas noches habrás soñado con ese golpe? Y siempre que estás decidido, no encuentras los guantes.
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