
Quizá tendría problemas laborales, pero quizá podría conocer otro mundo, el mundo de los que no hablan y el de los que no oyen... ese mundo debe existir en algún lugar. Reclamaría mi derecho a trabajar así. Probablemente, buscaría un abogado sordomudo. Ya sé que dedicándome a lo que hago sería complicado.
Creo que mi escritura penetraría muchísimo en la palabra. En su sonido. Sería como un piano debajo del agua. El piano que permanece en silencio en el lugar del silencio. Creo que podría estar más protegida cuando la gente se acercara a mí y viera la danza de mis manos. Sólo permanecerían los perseverantes, los que tuvieran algo importante que comunicar a mi interior silencioso.
Me gusta pensar que sería capaz de hacerlo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario